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Asamblea analiza los hechos ocurridos el 30 de septiembre; rindió un minuto de silencio en memoria de los ciudadanos caídos en la revuelta

Asamblea analiza los hechos ocurridos el 30 de septiembre; rindió un minuto de silencio en memoria de los ciudadanos caídos en la revuelta 


Con un minuto de silencio en memoria de los militares, policías y un civil, caídos en el operativo de rescate al presidente de la República, Rafael Correa Delgado, retenido en el Hospital de la Policía, el pasado 30 de septiembre, se inició la sesión 63 del Pleno de la Asamblea.

De inmediato, el titular de la Legislatura, Fernando Cordero Cueva, justificó la custodia de la sede Legislativa por parte de la Policía Militar Ministerial, para prestar las garantías necesarias de seguridad para el normal desarrollo de las acciones parlamentarias, una vez que como consecuencia de los hechos registrados en la Asamblea el jueves anterior, cuando se impidió el ingreso de los legisladores, algunos de los cuales fueron vejados y agredidos, sin que los efectivos policiales hicieran nada para impedirlo, se inició un proceso de reorganización de la Escolta Legislativa.

Explicó que esta medida tiene un carácter temporal y que al mando de la Policía Militar están oficiales de probada calidad profesional, quienes colaboraron con al seguridad de las instalaciones de la Asamblea Constituyente, en Montecristi.

Antes de iniciar con el tratamiento del segundo punto del Orden del Día: Análisis y resolución de los hechos acaecidos el 30 de septiembre, Cordero presentó un video de tres minutos y medio, que recogían las principales imágenes de la situación que se vivió al interior de la Asamblea Nacional. Acto seguido, recomendó a los asambleístas que procuren intervenir en forma coordinada en las diferentes bancadas, a fin de evitar que el debate sea demasiado prolongado y se pueda dar al país una respuesta institucional en torno a la crisis de la semana anterior.

Escribamos páginas sensatas

El asambleísta Paco Moncayo (Alianza Libertad), tras indicar que lo acontecido el pasado jueves demostró que existe una falla en todos los sistemas de seguridad, que deben ser corregidas inmediatamente, invitó a los asambleístas de todas las bancadas a evaluar los hechos sin ningún tipo de apasionamiento y a partir de este problema, comenzar a escribir nuevas páginas sensatas para que la Asamblea vuelva a ser el espacio democrático en donde se pueda construir consensos y administrar los disensos, para legislar y fiscalizar en función de los intereses del país.

No hubo protesta


De su lado, el legislador Francisco Velasco (PAIS), subrayó que no hubo solo un acto de protesta, sino una conspiración para terminar con la vida del Presidente de la República, llegando al extremo de que las fuerzas del orden utilizaron las armas para atentar contra la ciudadanía, cuando esas armas les entregó la sociedad ecuatoriana para que brinden seguridad y presten servicio a favor del pueblo. “No hubo protesta, ni se justifica, porque este Gobierno ha sido el que más ha apoyado a la Policía, no solo en incrementos de salarios, sino en equipamiento básico para que pueda cumplir con su misión fundamental se garantizar el orden público”, añadió.

No se habrían producido muertes


La asambleísta Cynthia Viteri (Madera de Guerrero) aseguró que el país no habría tenido que llorar a ocho muertos, si es que el Presidente de la República no hubiera entrado a la fuerza al Regimiento Quito para desafiar a los manifestantes. Dijo que la Asamblea tiene que emitir un pronunciamiento, pero sobre la base de la verdad.


Hemos perdido todos


Entre tanto, el asambleísta Fernando Aguirre (PSP) consideró que en esta insubordinación no hubo vencedores ni vencidos. “Hemos perdido todos los ecuatorianos que tuvimos que pasar por una vergüenza internacional, al no ser capaces de solucionar una crisis que fue mal manejada, desde todo punto de vista”. Expresó su solidaridad con las familias de los fallecidos y heridos, víctimas de estos hechos, al señalar que causa dolor que haya existido un enfrentamiento entre policías y militares, producto de un estado de excepción, que no reparó siquiera en los convenios de Ginebra que reconocen a los hospitales como áreas neutrales en un conflicto.

Se visibilizó el golpismo


Para el legislador César Rodríguez (PAIS), el 30 de septiembre se visibilizó el golpismo y la desestabilización que está en marcha en nuestro país, producto del cual la Asamblea Nacional fue mancillada por un grupo de policías que traicionaron el mandato de servir y proteger para transformarse en encapuchados que cobardemente agredieron a los asambleístas y a la ciudadanía. “Ecuador necesita verdades, que nos quitemos las caretas, que se den explicaciones de la actuación de algunos legisladores que apoyaban la revuelta. Este es un proceso de cambio que lo vamos a defender en todos los campos, pero con la verdad”, dijo, al proponer un proyecto de resolución por el cual se condenen estos hechos y se genere un clima de reconciliación nacional.

Movilización social


A criterio de Jorge Escala, representante del Movimiento Popular Democrático, los hechos que se vivieron el pasado jueves son fruto de la movilización social que ha empezado a surgir en el Ecuador para pedir rectificaciones por parte de un gobierno indolente. “Una protesta social jamás puede ser considerada como un golpe de Estado, menos aún cuando no se planteó el derrocamiento del presidente Correa”, enfatizó. Escala conformar una comisión multipartidista para que investigue los pormenores de la revuelta.

Un pueblo unido

Marisol Peñafiel, asambleísta de PAIS, tras destacar que en la actual democracia que vive el Ecuador la oposición tiene la posibilidad de opinar para consensuar, pero no con imposiciones ni con el uso de la fuerza de las armas, subrayó que el intento de golpe de Estado no se concretó gracias a la actitud de un pueblo que se manifestó unido en defensa de la institucionalidad, así como por el decidido apoyo de la comunidad internacional que no admite que en la región se dé un nuevo proceso como el de Honduras.

Un antes y un después

El asambleísta Cléver Jiménez (PK) dijo que es necesario investigar, a través de una comisión, que sucedió realmente el 30 de septiembre, y determine quiénes fueron los culpables. “Hay un antes y después del 30 de septiembre y el país debe conocer la verdad”, puntualizó.

Son dos hechos condenables

Entre tanto, Vicente Taiano (PRIAN) aseguró que en los sucesos del 30 de septiembre hay dos hechos condenables: la insubordinación injustificable de un grupo de policías que equivocaron su protesta; y, la actitud prepotente de un Jefe de Estado. Pidió al presidente de la Asamblea, Fernando Cordero Cueva, convoque al Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Ernesto González, para que explique por qué se produjo esta sublevación.